Utilizar un recurso de forma sostenible es una demostración de madurez cívica. Hacerlo aumentando la calidad y reduciendo gastos es una prueba de sentido común. Asociarlo a un diseño sofisticado y a la personalización de su marca es una lección de innovación y buen gusto.
Desde ya hace algún tiempo el agua embotellada ha dado que hablar debido a cuestiones como la utilización de plástico, el almacenamiento, la estancación de agua, su calidad, etc.
Como respuesta a la necesidad de disponer de agua de calidad que evite de una vez por todas estos problemas, muchos restaurantes y empresas (no sólo de la rama hotelera) están usando el agua de proximidad.
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